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Señales de alarma ¿Cómo saber si tu hijo pisa bien o necesita ayuda?

Una pregunta muy frecuente que me hacéis como podóloga infantil, es cómo saber si mi hijo necesita ayuda, cuando llevarlo a un profesional y que podemos detectar en casa. Cada vez los papás y mamás se preocupan más por la salud de los pies de sus peques, ya que ellos los han sufrido y saben que podrían haber sido solucionadas en su infancia. La prevención es de vital importancia.

A modo de introducción os diré que las revisiones en podología pediátrica son frecuentes y recomendables sobre los 3-4 años, pero somos insistentes en la importancia de acompañar a los niños y sus familias desde el nacimiento. 

Los pies son el sustento de nuestro cuerpo, esos cimientos que marcarán la estructura corporal el día de mañana, por lo que la mejor prevención es cuando esos pies son hojas en blanco para poder marcarles el mejor destino posible.

Por eso desde que nacen debemos estar alerta para ser partícipes de una buena prevención, si detectamos gateo asimétricos, pies distintos, dedos muy encogidos cuando el niño ya tiene soltura para caminar debemos consultar. 

¿Es el gateo necesario?

Cuando me hacéis esa pregunta, como podóloga infantil, os explico. La ciencia nos dice que un peque que no gatee no tiene porqué tener ningún problema y aunque no es imprescindible están más que demostrados sus beneficios, pero no he encontrado ningún estudio que se analice desde mi perspectiva profesional. Es decir, faltan estudios que investiguen la importancia de un gateo u otro en las adaptaciones a la marcha posterior.

Me encuentro en consulta limitaciones articulares, compensaciones de marcha y de pie por un gateo que no era el típico, sumado a los niños que no han gateado y al revisarlos ya pasado esa etapa tienen una limitación de pie o bien de fuerza o de movilidad.

-La tendencia de los dedos a encogerse por que predomina la musculatura de flexión, la encargada de encoger los deditos, pero a veces si están demasiado encogidos, son peques que mueves constantemente las piernas, son irritables y se incomodan si les cambias la ropa, es importante valorarlo. Un cuerpo con tensión es un cuerpo difícil de moverse, y eso puede limitar su desarrollo, incluso influir en el sueño, por no estar cómodos con su cuerpo.

-Observa el desgaste del calzado, si notas un desgaste exagerado o un desgaste asimétrico puede existir algún tipo de patología o el profesional indique un calzado específico.

-Tu peque solo quiere estar en brazos y no quiere andar, si es lo suficiente mayor te dirá que está cansado, hay peques que en cuanto suben una cuesta, les piden a mamá o papá brazos porque les supone un esfuerzo mayor.

-Se tropieza mucho, hay niños que tienen más habilidades motrices que otros, otros que tienen diferentes ritmos, pero no hay niño torpe, si consideramos que es torpe, vago, consultar.

-Notas que mete mucho los pies hacia dentro, es decir vuelca los tobillos, hay que valorar que grado existe y si es normal o patológico.

- Junta mucho las rodillas o las separa demasiado. Esto puede ser normal según etapa y grados, pero cuando supone una limitación en el desarrollo de el peque hay que evaluar.

Me centro en la postura, porque el sistema postural es algo complejo de entender, pero es toda la información que llega a nuestro cerebro para poder mantenernos, de pie, sentados, etc.

Los pies, por ejemplo, se coordinan con los ojos para poder mantener la mirada hacia delante, por eso a veces si la mirada no es asimétrica, la postura y por ende los pies, no podrán serlo.

De ahí la importancia del análisis de la globalidad.

Publicado en: Artículos de salud

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